Siempre pensamos que el cuerpo camina por un lado y nuestra cabeza por otro y la verdad que es un unidad que se complementa. Esta unidad es importante que también la relacionemos con la comida, ya se sabe que nuestro aparato digestivo, es nuestro primer cerebro lo que comemos sea liquido o solido impactan en nuestras reacciones. Hay un verdadera relación entre la comida y la ansiedad.
El nacimiento marca la oralidad que nos enseña a calmar el hambre y nos acerca al placer materno. En resumen la comida tranquiliza. Además comer es sinónimo de socializar y festejar, nos reunimos para comer y ese acto da placer.
El hambre es la señal orgánica que avisa que hay que reponer las reservas energéticas interviniendo factores químicos y hormonales. Existe una glándula en el cerebro que se llama hipotálamo que tiene un centro del hambre y de la saciedad que se regulan con lo que comemos.
Existe un neurotransmisor LA DOPAMINA, vinculado al placer, la comida estimula los centros vinculados con el placer y la recompensa.
No siempre comemos por hambre o necesidad física, el hombre es el único, ser vivo, que come por otras razones. ¿Cuáles? Ansiedad angustia aburrimiento soledad, stress, tristeza, alegrías, enojo, etc. Son las causas más frecuentes del fracaso de las dietas, porque llenan un vacío emocional, mi consejo es acompañar con un apoyo terapéutico.
La comida tiene un componente adictivo dependiendo de la composición química del alimento ejemplo: alcohol, café, chocolate, harinas, azúcar… entrando en juego la sensación de hambre o saciedad.
Que es el hambre emocional, es algo repentino se asocia con la culpa y generalmente comemos alimentos hipercalóricos. Comemos sin necesidad física.
Y vos ¿Cómo te alimentas?¿Qué alimentos elegís? ¡Cuéntame!
Espero te haya gustado y servido estos consejitos.
Importante:
- Elige tu comida
- Come despacio
- No realices otra actividad mientras comes
- Disfruta del placer de comer
Tu cuerpo y tus emociones te lo van a agradecer.
Más información: MN 83933 Dra. Gacela Simán Menem