Cuando el amor toma formas inesperadas, impredecibles y aparece de sorpresa.
Así es la historia que les voy a contar y me gustaría que sirva de inspiración para aquellas personas que han bajado los brazos, que han cerrado su corazón o han perdido las esperanzas.
Nos separaba un gran océano, ni la más remota idea uno del otro.. de un lado quedaban pequeños hijos, que despedían por unos días a su mamá. Ella preparaba valijas, con la angustia de sentir que el viaje no era oportuno. Serían nueve días por trabajo para participar en una acción de prensa. El destino Francia, Toulouse primera parada.
No fue fácil la partida, porque ella cargaba con la responsabilidad de dejar a sus hijos muy chiquitos. Su matrimonio, por ese entonces, estaba acabado, aunque su mundo social no lo sabía. Tenía la certeza, que sus tesoros, sus hijos, estarían en buenas manos, la de su madre y su fiel colaboradora, siempre hay una buena mujer, acompañando codo a codo a otra, en las tareas domésticas.
Llegó el día de la partida, un nudo en la garganta la dejó afónica, apenas hablaba con un hilo de voz, su ganas por encontrar nuevos desafíos y mejores oportunidades la impulsó.
El día que llegó a Toulouse, tenía, preparada desde la Argentina, una tarjeta telefónica en las manos…en esa época no era tan fácil la comunicación.. debías marcar unos cuantos números para lograr la llamada.. increíble..no? que la vida haya cambiado tanto en 21 años… Avisar que llegó bien fue su prioridad, luchó con los números, cortó, volvió a intentar.. Cerca de la cabina, mirando sus gestos estaba él…un joven delgado, de altura mediana, con mucha cara de francés que intentó ayudarla.. ella, autosuficiente, prefirió resolver las cosas a su manera y seguir intentando, él se apartó pero dejó en el aire un interés especial por ella.
Cuando, la vida del amor, la creía terminada y su concentración máxima estaba puesta en sus hijos, el corazón se abrió para mirar a aquél, que allí la estaba intentando ayudar.. curioso de entender …por qué una mujer con hijos no llevaba su alianza… la formalidad hace 21 años estaba muy expuesta!
Pasaron los días, cada uno era más increíble que el otro, su corazón se vio conquistado por cada detalle, cada gesto, cada palabra. El amor empezó a crecer…ella pensó que el último día en París, sería una despedida. El océano es muy grande, los separaba 12 mil kilómetros, su vida tenía muchas obligaciones y jamás imaginó que ese hombre delgado, de estatura mediana y cara de francés podría ser tan valiente de elegir estar con una mujer como ella.. pero el amor que se despertó, ese día, impulsó todo, movió montañas, corrió océanos, adoptó tesoros de otros y decidió construir una vida nueva, en un país nuevo, con estaciones diferentes, con idioma y costumbres distintas. Un amor que lo pudo todo, que lo dio y lo da todo.. «ese amor del bueno», como dice nuestra querida amiga María Isabel Sánchez.
Así es la historia, es verdadera y en este camino de la vida, el amor siempre surge, solo tenemos que darle oportunidad y saber mirar.. Feliz día de San Valentín!!!!