Acaso uno de los platos más buscados de la gastronomía de España, la paella tiene su día desde hace cuatro años: el 20 de septiembre, celebración del Día Mundial de la Paella.
Emblema de Valencia, también conocida por las fallas, las playas mediterráneas y la ciudad de las artes y las ciencias, en la ciudad, los valencianos comparten el plato y la elaboración con otros países, como si fuera un mundial, para elegir al campeón paellero. Se eligió septiembre porque es el mes más importante en el cultivo del arroz, cuando se realiza la siega (la cosecha), principal ingrediente de la paella.
Orígenes de la Paella
Según los expertos, surgió en las zonas rurales de Valencia, entre los siglos XV y XVI, por la necesidad de los campesinos y pastores de una comida fácil de preparar y con los ingredientes que tenían a mano en el campo. Siempre la comían por la tarde.
Una teoría romántica cuenta que, un hombre preparó paella para su novia para ganar su cariño. En español, paella puede ser una derivación de la frase “por ella” o “para ella”. Aunque esto pueda ser sólo una bonita historia, hay algo de verdad, ya que en España generalmente cocinan las mujeres, sin embargo, la paella es tradicionalmente un trabajo de hombres.
Samuel Luque dueño y chef del Casal de Cataluña, fue buscando en Buenos Aires donde comer la mejor paella y como no encontró una que lo convenciera del todo decidió hacerla él mismo. Por eso toma las riendas del Casal. Hoy el restaurante de origen catalán tiene tres tipos de paellas para compartir.
Templo de la gastronomía, el 12 de junio de 1886, respondiendo a la iniciativa de una parte de la colectividad catalana residente en Buenos Aires, se funda el “Centre Catalá” (“Centro Catalán), con el declarado propósito de “mantener vivo el sentimiento y el espíritu catalán en estas tierras, procurando por todos los medios engrandecer la esfera de acción de los intereses sociales y económicos de las regiones españolas de origen catalán.