¿QUE COMPLICACIONES CLINICAS A MEDIANO Y LARGO PLAZO TRAE APAREJADA LA MENOPAUSIA?
La menopausia es un proceso fisiológico natural (debido a un declive hormonal) en la vida de toda mujer. Se considera que se ha llegado a este punto del ciclo vital cuando no se ha producido sangrado menstrual durante un periodo de 12 meses continuos y de forma natural. Este momento, marca el final de la producción de óvulos (“envejecimiento ovárico”) y, por tanto, de la fertilidad.
A mediano o largo plazo, esto genera una marcada disminución de los niveles de estrógenos y progesterona circulantes en sangre, generando cambios corporales, así como algunas patologías que pueden improntar de manera muy significativa en el status de salud, así como en la calidad y tiempo de vida de la mujer.
La menopausia ocurre habitualmente entre los 45 y 55 años de edad (media de 51 años) momento biológico, donde resulta muy necesario llevar a cabo evaluaciones y controles clínicos periódicos para asegurar el bienestar, tanto por problemas asociados a la menopausia como por aquellos que ocurren con el paso del tiempo en general.
1) OSTEOPOROSIS:
La osteoporosis es una enfermedad que cursa con la disminución de densidad osea, generando un hueso mucho más “debilitado” y proclive a “romperse”. Esto compromete la resistencia del sistema esquelético, lo que aumenta el riesgo de fracturas ante traumatismos que típicamente no supondrían un problema.
Las mujeres tienen mucho mayor riesgo de desarrollar osteoporosis que los hombres debido a los cambios hormonales que tienen lugar durante la menopausia, ya que la deficiencia de estrógeno aumenta la resorción ósea y disminuye su formación, lo que desemboca en importante “pérdida de calidad” de los huesos.
2) ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES y TRANSTORNOS DEL PESO:
Los estrógenos y hormonas sexuales femeninas (que como mencionamos caen de manera significativa y perdurable en la etapa peri y menopaúsica) tienen un efecto “protector” del árbol vascular, así como del corazón, y también está demostrado su efecto sobre el metabolismo corporal de las grasas, como el colesterol. Durante la menopausia, de forma directa o indirecta, esto se traduce en un mayor riesgo de que las arterias coronarias se obstruyan, se produzca una redistribución de la grasa corporal (aumento de peso e incremento de la grasa en territorios como abdomen y caderas con las consecuencias nocivas que esto acarrea), se desregule el metabolismo lipídico (grasas) y aumenten los niveles de colesterol “malo” (LDL) y disminuya el colesterol “bueno” (HDL) en sangre.
Todos estos eventos son factores predisponentes para diversas enfermedades cardiovasculares como cardiopatía isquémica y ACV.
3) INFECCIONES URINARIAS:
La prevalencia de estas infecciones aumenta con la edad y las mujeres mayores de 50 años tienen hasta el doble de probabilidades de contraerlas en comparación con la población juvenil. Los cambios hormonales de la menopausia, complican y predisponen a esta situacion, ya que pueden causar desbalances en la flora vaginal y sequedad, lo que facilita aún más la entrada y proliferación de bacterias y hongos al aparato genitourinario.
4) INCONTINENCIA URINARIA:
Los niveles reducidos de estrógeno durante la peri y la menopausia pueden causar alteraciones del revestimiento de la uretra, así como debilitamiento de la musculatura de la pelvis. Estos dos factores, en conjunción, aumentan de forma considerable el riesgo de padecer incontinencia urinaria con el paso del tiempo. La incontinencia urinaria es un problema que cursa con la pérdida involuntaria de orina, siendo un problema frecuente en la población de mujeres menopaúsicas que a menudo causa vergüenza, incomodidad e incluso problemas cutáneos.
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